En julio del año pasado, el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas, presentó su plan de reactivación económica para el país. Y el cannabis fue uno de los puntos.
La última novedad es que el funcionario encabezará el equipo que redactará una ley que buscaría generar un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y del cáñamo. La idea es que sea tratada en el congreso como una iniciativa del oficialismo.
“Estuve intercambiando ideas con la senadora Anabel Sagasti y las diputadas Carolina Gaillard y Mara Brawer respecto del tratamiento legislativo de un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis para uso medicinal y del cáñamo para uso industrial”, publicó Kulfas en su cuenta de Twitter luego de la primera reunión que se realizó para elaborar el proyecto de ley, a principios de febrero.
Unificación de proyectos
Las diputadas y la senadora serán protagonistas en la redacción de la ley porque ellas ya trabajan en la temática hace tiempo y presentaron diferentes iniciativas en el Parlamento nacional.
En el caso de Brawer, a fines de 2020 elaboró un proyecto para regular la industria del cáñamo. Mientras que Gaillard, hizo lo propio con el cannabis medicinal, también a fines del año pasado.
Los proyectos ya presentados para regular la industria del cannabis medicinal y la cañamera, se unificarán
Según pudo confirmar THC, las iniciativas de Gaillard y Bawer confluirán en un único proyecto de ley que será enviado como propuesta oficial del Poder Ejecutivo.
“Queremos que se presente lo antes posible”, adelanta Bawer sobre su tratamiento, algo que sucedería en los próximos meses.
Es posible que sea anunciado por el Presidente Alberto Fernández, en la apertura de las próximas sesiones ordinarias, en marzo. “A más tardar, en mayo ya vamos a estar tratándolo”, agrega Gaillard.
Industria Nacional
En cuanto a la necesidad de una nueva legislación sobre el cannabis medicinal, Gaillard explica que “la ley vigente de cannabis medicinal es insuficiente porque no regula el aspecto productivo. Hay una gran demanda, pero no hay oferta”.
Por eso, la intención es desarrollar una industria nacional para la actividad privada del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
“Se está pensando en crear una agencia que otorgue permisos para todas las etapas del proceso productivo y que estaría bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete”, adelante Gaillard.
En uno de los borradores del proyecto se define la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME), como “el organismo competente para reglamentar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados”.
Según el mismo borrador la ARICCAME “tendrá a su cargo la regulación y fiscalización de la actividad productiva de la industria del cannabis de uso medicinal e industrial en el territorio nacional”. Es decir, se trataría de un órgano centralizador en todo lo referente a la producción, incluyendo las licencias para poder hacerlo.
Respecto a quienes tendrían la posibilidad de formar parte del proceso productivo, los borradores no ofrencen detalle pormenorizados. Lo cierto es que quien quiera hacerlo deberá contar con una autorización de la ARICCAME.
“El ministerio de Producción, Agroindustria, Jefatura de Gabinete y el Presidente mismo entienden la necesidad de regular esto, la decisión política está”, asegura Bawer sobre el devenir del proyecto que, además, tendría un amplio acompañamiento por parte de la oposición.
“El cannabis podría ayudar a resolver muchos problemas de la economía”, dice la diputada.
“El cannabis podría ayudar a resolver muchos problemas de la economía, la decisión política está”, afirmó la diputada Mara Brawer
Por otro lado, uno de los sectores que espera con más expectativa la regulación de la actividad es el sector empresarial, quienes aguardan de la legalidad para comenzar sus inversiones.
Hasta el momento, la única manera de poder participar de algún modo en la producción de cannabis para uso medicinal es a partir de convenios con entidades públicas, como lo establece la nueva reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal. Pero para quienes ven en el cannabis la industria del futuro, eso tiene gusto a poco.
“Estimamos que, con la existencia de una ley, en los próximos meses tendríamos alrededor de 50 cultivos activos que generen unos 1.500 empleos formales”, dice Pablo Fazio, Presidente de la Cámara Argentina del Cannabis.
“Somos un país agroexportador y agroindustrial. Tenemos la capacidad instalada, el talento y el conocimiento para desarrollar un sinfín de productos innovadores con posibilidades de ser exportador”, asegura Fazio.
“Argentina precisa darse una regulación de vanguardia y alinear a todas las agencias del Estado para poder desarrollar esta oportunidad integralmente”, aseguran desde la Cámara Argentina del Cannabis
“Argentina precisa darse una regulación de vanguardia y alinear a todas las agencias del Estado para poder desarrollar esta oportunidad integralmente”, asegura Fazio. Y adelanta: “El sector privado está esperando hace muchos años un marco regulatorio que permita poner en marcha muchos emprendimientos que aguardan su hora”.
Los límites
El avance encabezador por el Ministerio de Producción tiene límite claros. Su foco está puesto en generar las normas que permitan el desarrollo industrial del cannabis medicinal, que ya tiene su propia ley. Además suma el cáñamo, para el que habría que definir un propio marco regulatorio.
El enfoque es netamente productivo, acorde a la mirada del Ministerio encabezado por Kulfas. Nada de esto supone reformas en la ley penal, que sigue considerando que el cannabis es ilegal, y pena su tenencia y cultivo. La ley de cannabis medicinal plantea un excepción para usuarios y usuarias medicinales.
El enfoque en netamente productivo, acorde a la mirada del Ministerio encabezado por Kulfas. Nada de esto supone reformas en la ley penal, que sigue considerando que el cannabis es ilegal, y pena su tenencia y cultivo
En ese sentido, la nueva reglamentación dejó en claro que el cultivo personal, solidario y colectivo de cannabis cuando sea con fines medicinales no será penado.
Sin embargo, para que ello se haga efectivo, el Ministerio de Salud de la Nación debe poner en funcionamiento el Registro Nacional que permita a las personas inscribirse para plantar y así evitar allanamientos y causas.
Hasta el momento no existe esa alternativa, sólo los municipios de San Antonio Oeste – Las grutas en Río Negro y Tornquist en Provincia de Buenos Aires desarrollaron registros propios y ya hay cientos de personas cultivando al amparo de la ley.